Hoy Culto Misionero de Fin de Damas Dorcas AÑO
Desde niño escuche;
Cuan hermosos son los pies de los anuncian la paz;
Nunca en ello medite;
Solo hoy he entendido esta gran verdad.
Que los pies de los que llevan las buenas nuevas;
Son sobre toda la tierra los más hermosos;
De aquellos que han abandonado riquezas;
Y anuncian el evangelio con gozo.
Pies muy parecidos a los que mi Cristo lavó;
De hombre ordinarios a los que ÉL llamó;
Que de caminos de pecado Él rescató;
Para hacerlos sus ministros y llamas de fuego.
Pies cansados de tanto andar;
Pero que a pesar de todo no dejan de avanzar;
Pies tristes que lejos de los suyos se han marchado,
Pero que también muchos para la familia de Dios han ganado.
Pies que constantemente padecen necesidad;
Pero que de igual modo de Dios ven la Prosperidad;
Pies que cruzan ríos, calles y avenidas;
Por montañas y campos anuncian su venida.
Pies agotados de llevar el peso de la cruz;
Pero van gozosos por anunciar a su amado Jesús;
Pues ellos imitan los pies del primer misionero;
Que es Jesús con su obra salvó al mundo entero.
Pies que se adaptan a cualquiera sea su situación;
Porque anhelan de Dios la espiritual bendición;
A veces muy elegantes andando por lugares cómodos;
Otras veces construyendo o hasta llenos de lodo.
Pies que a veces corren por padecer persecución;
Pero que en la tormenta de Dios ven la Solución;
Pues tienen el Espíritu Santo de Dios y su Unción;
Y el Nombre de Jesús para aplastarle la cabeza al que quiere su
destrucción.
Hoy te digo misionero que anunciando el evangelio vas;
No te rindas, no desmayes aunque venga la tempestad;
Porque el que comenzó la buena obra en ti la perfeccionará,
No nos cansemos de hacer el bien que su tiempo segarás;
Una corona de vida nos espera en el reino celestial;
No gana esta carrera el que llega primero sino el que llega hasta el final.
Yo no entendía, porque esos pies son tan hermosos;
Pero ahora lo percibo y eso me llena de gozo;
Voy a seguir orando y aportando para obra Misionera;
Pero les digo mis hermanos servirle al Señor como quisiera;
Porque de que me vale ganar riquezas y cosas materiales;
Prefiero Trabajar para Cristo y hacer tesoros celestiales.
Tito Miranda
Diciembre 2013